martes, 12 de octubre de 2010

Imagínate

Imagina que no existe el Cielo

es fácil si lo intentas
sin el Infierno debajo nuestro
arriba nuestro, solo el cielo

Imagina a toda la gente

viviendo el hoy...

Imagina que no hay países
no es difícil de hacer

nadie por quien matar o morir
ni tampoco religión
imagina a toda la gente

viviendo la vida en paz...



Puedes decir que soy un soñador

pero no soy el único
espero que algún día te unas a nosotros

y el mundo vivirá como uno

Imagina que no hay posesiones
quisiera saber si puedes

sin necesidad de gula o hambre

una hermandad de hombres

imagínate a toda la gente

compartiendo el mundo



Puedes decir que soy un soñador

pero no soy el único
espero que algún día te unas a nosotros
y el mundo vivirá como uno








CARTA A UNA PROSTITUTA


Desde que te vi acercándote a un carro, ofreciendo tu cuerpo a cambio de unos billetes, tengo ganas de escribirte.


Se me grabó tu imagen juvenil, casi niña que juega a ser mujer.


Te vi una expresión de vida incompleta, llena de contradicciones, de sueños incumplidos, de ilusiones agotadas.


Te escuché incluso y percibí una voz fingida, estudiada. Con palabras justas para atraer la atención y despertar el deseo. Pero vacía, hueca de sentimientos.


Recuerdo tu actitud ante el rechazo, con una ofendida decepción asomando en tus ojos, con una aparente extrañeza ante la negativa de no acceder a tus encantos.


Eres joven, casi una niña, casi una mujer.


Deberías estar ahora tratando de sacar unos exámenes en la universidad, de aprobar un curso.


Deberías estar escribiendo en una libreta el nombre de un muchacho que te guste y envolviendo su nombre en un corazón y rodearlo de poesías.


Deberías tener un hogar con padres y hermanos, discutiendo, porque no te toca fregar los platos o porque tu hermana se puso tu ropa.


Deberías estar descubriendo los secretos del primer amor, ese que deja tantas huellas en el alma.


Pero sin embargo, estas ahí, en la calle sucia de un barrio.


Estas ahí, jugando a dar amor sin haberlo conocido nunca.


Eres madura, sin serlo.


Eres experta, sin haber pasado por la sencillez.


Eres el final, sin haber vivido el principio.


¿Quién fue el culpable de tu situación?


¿Tu familia? ¿Te quedaste sin padres siendo niña? ¿Te escapaste de casa porque no te comprendían? ¿Fue porque no soportaste más la vida en tu pueblo y quisiste vivir aventuras en la ciudad? ¿O fue porque alguien te engaño, ofreciéndote un trabajo y ahora estás prisionera de una trampa sin salida?

Sea cual sea la respuesta, sea cual sea la circunstancia que hizo que tu vida se convirtiera en lo que eres, no tiene porque continuar.

No tienes que permitir que continúe así, porque la vida es un sinfín de acontecimientos, de sorpresas, de circunstancias inesperadas que hacen que el rumbo varíe y los objetivos se modifiquen.

Sólo tienes que romper tus cadenas y volar hacia la libertad

Tal vez te creas marcada por tu oficio y que tu vida ya no tiene arreglo.

Pero estás equivocada.

En primer lugar, porque tu oficio no es peor que el de muchos otros que venden todos los días sus vidas al dinero, al poder, a la mentira.

La dignidad de una persona no está en el oficio que tenga, sino en como lo viva.

Desde la práctica de tu oficio, puedes ser más digna que muchos otros que juzgan tu presencia en la calle.

Tú no te ocultas. Ellos sí.

Tu no haces daño a nadie, porque a nadie obligas.

Por eso te pido que reflexiones, que busques cambiar tu vida, pero no porque tengas que avergonzarte de lo que eres, sino porque puedes llevar una vida mejor, la vida que te mereces.

Te imagino vestida con unos jeans, paseando por la calle tomada de la mano de un muchacho y comiendo un helado. ¿Cuántas cosas sencillas de la vida desconoces? ¿Cuántas pequeñas sensaciones te perdiste en tu rápida carrera? ¿Quién es el culpable?

Yo sé que hay un culpable.

Tal vez sea la gran iglesia y los que se hacen llamar representantes de Jesús, que no quieren reconocer que Él, se pasaba mucho tiempo con mujeres como tú, sin avergonzarse por eso.

Ellos, los de la alta iglesia, no te pueden entender, porque tu profesión va en contra de sus votos, porque tú haces publicidad del sexo, y eso es algo que a ellos los martiriza desde siempre. Tú para ellos eres una pobre pecadora.

Tal vez el otro culpable se llame dinero del poder económico.

Esos especimenes que lo representan, miran todo por lo que produce, por lo que da ganancia y por eso para ellos, tu vida no tiene el más mínimo valor. Viven encadenados a sus inversiones. Crean riqueza y pobreza a su antojo. Crean guerras y conflictos buscando negocios. Tú, eres una consecuencia de todo ello.

Tu llegaste a ese estado, a ese oficio, por su culpa.

Si quisieras los podrías tener en tus manos porque tienen un punto débil. Podrías jugar con ellos, dominarlos.. Y no te digo esto para que lo hagas, sino para que veas que eres mucho más digna de lo que crees.

Estás ahí, porque los que deberían regir espiritual y económicamente el bienestar de muchos, están más ocupados en tener poder que en cumplir sus obligaciones.

A ellos no les importas.

A Dios sí, porque tu vida de niña casi mujer, es más valiosa ante los ojos del Padre, que sus mezquinas vidas cegadas por el brillo del dinero.

Además tú, puedes liberarte muy fácil de esta situación, mientras ellos no pueden hacerlo, porque su ambición no tiene limites.

Ojalá que mis palabras pudieran devolverle a tu cuerpo la pureza.

Ojalá alguien diferente accediera a tu invitación, pero sólo para ayudarte a cerrar una etapa de tu vida y comenzar otra nueva. Y que el único intercambio que hubiera, fuera la verdad, la belleza, la dignidad y el amor. Porque el amor debe ser una interrelación limpia entre dos partes que se respetan y se dan sin pedir.

Si mis palabras llegan a ti, donde quiera que estés, en cualquier calle, en cualquier rincón, en cualquier barrio, espero que sirvan al menos, para que sepas que hay alguien que no te considera culpable de nada y que va a seguir intentando que no haya niñas jugando a mujeres, ni mujeres encadenadas a un oficio alimentado por el machismo y la hipocresía de los poderosos.

Esto fue para ti, niña casi mujer, de otra mujer

Martha
CARTA A UNA PROSTITUTA

¿Quién eres tu? Mujer vendedora de caricias y amor,
curas carencias de ternura y desenfreno;
le perteneces a la noche o a la nada,

tu cuerpo delgado e impuro tiene mil historias

que contar de cada uno de tus amantes,

vagas en la noche buscando alguien que alimente tu

carencia de amor y te ayude a no caer mas en la perdición.




¿Por qué hermosa mujer? Acaso no hay dios que te guíe o amor que te ilumine,

ya no tengo ganas de vivir porque no puedo convencerte
de que no te vendas forzadamente,
no tienes voluntad amaneces cada mañana en diferente cama

quédate conmigo humilde cortesana.



Ho ramera infeliz cuanto has de haber sufrido
en esta vida para terminar así, tu cuerpo blanco y tentador,

esos muslos que estuvieron siempre abiertos para el mejor postor;

te miro y no puedo evitar enamorarme de tan bella mujer,
eres fácil, ligera; eres tan solo una sucia ramera…


pero eres mi ramera, tanta es tu hambre que te regalas a la noche

y te entregas a cualquier piel sin ningún reproche.



Te deseo tanto mujer pero a la vez te detesto
porque al besarte puedo sentir que te entregas a mi
como si fuera un cliente mas, otra piel, te amo mi fiel amante

te amo aunque mientas al besarme o al acariciarme,

tu carne es impura y tu corazón un enigma total,
bendita sea la noche que cobija tu sucio cuerpo angelical;

véndete mi dulce prostituta que yo aquí entre las sombras siempre te esperare.






AUTORA: DENISSE ALEJANDRA CERVANTES DEL ANGEL









El Miedo


El miedo global



Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo.


Y los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.


Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida.


Los automovilistas tienen miedo a caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados.


La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje tiene miedo de decir.


Los civiles tienen miedo a los militares. Los militares tienen miedo a la falta de armas.


Las armas tienen miedo a la falta de guerra.


Es el tiempo del miedo.


Miedo de la mujer a la violencia del hombre y miedo del hombre a la mujer sin miedo.


Miedo a los ladrones y miedo a la policía.


Miedo a la puerta sin cerradura.


Al tiempo sin relojes.


Al niño sin televisión.


Miedo a la noche sin pastillas para dormir y a la mañana sin pastillas para despertar.


Miedo a la soledad y miedo a la multitud.


Miedo a lo que fue.


Miedo a lo que será.


Miedo de morir.


Miedo de vivir.






El Diablo es extranjero



El culpómetro indica que el inmigrante viene a robarnos el empleo. Y el peligrosímetro lo señala con luz roja. Si el intruso, el venido de afuera, es joven y pobre y no es blanco, está condenado a primera vista por indigencia o inclinación al caos o portación de piel. Pero si no es joven ni pobre, ni oscuro, de todos modos merece la malvenida porque ha venido a trabajar el doble a cambio de la mitad.


El pánico a la pérdida del empleo es uno de los miedos más poderosos en estos tiempos del mundo gobernado por el miedo.


Y la verdad es que el inmigrante está siempre situado a primera mano, ahí no más, a la vista, a la hora de encontrar culpables del desempleo, de la inseguridad y de otras muchas temibles desgracias.


Antes Europa derramaba sobre el mundo, sobre el mundo entero: soldados, presos, campesinos muertos de hambre... que eran protagonistas de las aventuras coloniales y han pasado a la historia como mensajeros de Dios. Era la civilización lanzada al rescate de la barbarie.


Ahora el viaje ocurre al revés. Eso quiere ser la invasión de los invadidos. Los que llegan o intentan llegar desde el sur al norte son protagonistas de las desventuras coloniales que pasan a la historia como mensajeros del Diablo. Es la barbarie lanzada al asalto de la civilización.




Guerras mentidas



Las guerras se venden mintiendo, como se venden los autos. Son operaciónes de marketing y la opinión pública es el target.


En el año 1964, el presidente Lyndon Johnson, denunció que los Vietnamitas habían atacado dos buques de los Estdos Unidos en el Golfo de Tonkin. Y entonces el presidente Johnson invadió Vietnam.


Cuando ya la guerra había destripado a una gran multitud de vietnamitas, en su mayoría mujeres y niños, el ministro de defensa de Johnson, Robert Mac Namara, confesó que el ataque del Golfo de Tonkin nunca había existido.


Los muertos no resucitaron. Y en Marzo del año 2003, el presidente George Bush denunció que Irak estaba a punto de aniquilar el planeta con sus armas de destrucción masiva. Eran, según él, las armas más letales jamás inventadas.Y entonces el presidente invadió Irák, cuando ya la guerra había destripado una buena multitud de irakies, en su mayoría mujeres y niños. El propio presidente Bush confesó que las armas de destrucción masiva no habían existido, que esas armas más letales jamás inventadas habían sido inventadas por él.

Cuando, hace ya unos cuantos años, mi mamá me daba instrucciónes para vivir, entre otras cosas me aseguró que la mentira tenía patas cortas.


Pero la mentira tiene patas larguísimas, porque en las elecciónes siguientes el pueblo recompensó al presidente Bush reeligiéndolo.


Mujeres



San Juan Crisóstomo decía: "Cuando la primera mujer habló, provocó el pecado original" y San Ambrosio concluía: "Si a la mujer se le permite hablar de nuevo, volverá a traer la ruina al hombre".


La iglesia Católica, les prohíbe la palabra.


Los fundamentalistas musulmanes, les mutilan el sexo y les tapan la cara.


Los judíos muy ortodoxos empiezan el día agradeciendo: "Gracias Señor por no haberme hecho mujer".






Saben cocer.


Saben bordar.


Saben sufrir y cocinar.






Hijas obedientes.


Madres abnegadas.


Esposas resignadas.






Durante siglos o milenios ha sido así, aunque de su pasado sabemos poco.


Ecos de voces masculinas. Sombras de otros cuerpos.






Para elogiar a un procer se dice: "Detrás de todo gran hombre hubo una mujer", reduciendo a la mujer a la triste condición de respaldo de silla.




Puntos de vista 1




Si Eva hubiera escrito el génesis... ¿Cómo sería la primera noche de amor del género humano?. Eva hubiera puesto algunos puntos sobre las ies; quizá, digo yo, no sé, hubiera aclarado que ella no nació de ninguna costilla, que no conoció a ninguna serpiente, que no ofreció nunca ninguna manzana a nadie y que nadie le dijo que: "Parirás con dolor" y "Tu marido te dominará"... Y que todo eso, diría Eva, no son más que calumnias que Adán contó a la prensa.


Puntos de vista 2



Si las Santas, y no los santos, hubieran escrito los Evangelios... ¿Cómo sería la primera noche de la era cristiana?. Las Santas hubieran contado que estaban todos de muy buen humor; todos: la Virgen, el niño Jesús resplandeciente en su cuna de paja, el buey, el asno, los Reyes Magos recién venidos de Oriente y hasta la estrella que los había conducido a Belén... Todos, todos contentos, menos uno. San José, sombrío, murmuró: "Yo quería una nena".




Violeta



En los tristes años de la dictadura del general Pinochet, en Chile, el Régimen decidió cambiar los nombres de veinte poblaciónes de los suburbios más pobres de la ciudad de Santiago; y en el rebautizo, una de las poblaciónes, la población Violeta Parra, recibió el nombre de algún militar heróico, pero sus habitantes se negaron a llevarlo, se negaron a llamarse con otro nombre que no fuera su nombre; y en unánime Asamblea dijeron: "Somos Violeta Parra o nada". Y así riendieron homenaje, una vez más, a aquella campesina cantora, de voz gastadita, que en sus peleonas canciónes había sabido celebrar los misterios de su tierra y de su gente.


Violeta era, era pecante y picante, amiga del guitarreo y del converse y del enamore y por bailar y por payasear se le quemaban las empanadas... "Gracias a la vida..." cantó en su última canción y un revolcón de amor la arrojó a la muerte.




Los Nadies



En una esquina del semáforo rojo, alguien traga fuego, alguien lava parabrisas, alguien vende banderitas o muñecas que hacen pipí. Alguien lee el horóscopo dando gracias a los astros porque se ocupan de él. Alguien habla con el teléfono después de colgar el tubo. Alguien conversa con el televisor. Alguien riega flores de plástico. Alguien sube al ómnibus en la madrugada y el ómnibus sigue estando vacío.


Hoy voy a contarles a mi modo y manera algunas historias de "Los Nadies", que son muchos.



Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres...Que algún mágico día llueva la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte, pero ni en lloviznita cae la buena suerte, ni hoy, ni mañana, ni nunca. Por mucho que a los nadies les pique la mano izquierda o se levanten con el pié derecho o empiecen el año cambiando la escoba...Los nadies, los dueños de nada, los hijos de nadie, los ningunos, los ninguneados que no son aunque sean, que no hablan idiomas sino dialectos, que no profesan religiones sino supersticiones, que no hacen arte sino artesanía, que no tienen cultura sino a lo sumo folclore, que no son seres humanos sino recursos humanos, que no tienen nombre sino número, que no figuran en la historia universal sino en la crónica roja de la prensa local... Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.






Guerras calladas


No estalla como las bombas ni suena como los tiros, el hambre, que mata callando, mata a los callados. De ellos sabemos todo. Los expertos, los Obrólogos los estudian y nos ofrecen los datos actualizados: Qué no comen, en qué no trabajan, cuántos son, cuánto no pesan, cuánto no miden, qué no tienen, qué no piensan, qué no votan, en qué no creen... Solo nos falta saber, por qué los pobres son pobres. Ellos, los muertos de las guerras, los presos de las cárceles, los brazos disponibles, los brazos desechables, sin tierra, sin casa, sin camino...


¿Será que los pobres son pobres porque su hambre nos da de comer y su desnudez nos viste?


¿Qué sería de nosotros sin ellos?





La Pobreza


Las estadísticas dicen que son muchos los pobres del mundo.


Pero los pobres del mundo son muchos más de los que se dice que son.


La joven investigadora Catalina Álvarez Insúa, formuló un criterio muy útil para corregir los cálculos. Ella dijo: "Los pobres son los que tienen las puerta cerrada".


Cuando lo dijo, Catalina tenía tres años de edad.


La mejor edad para asomarse al mundo y ver.