sábado, 20 de febrero de 2010

Aceptar la Realidad







Vivir en la verdad puede parecernos una meta idealista, sin embargo la más humilde de las acciones, el aceptar la realidad tal cual es antes de reaccionar ante ella, nos acerca enormemente a la verdad. De hecho, aceptar la realidad es ya una manera vivir en la verdad.

Imaginemos que alguien recorriendo un camino rural llega a un abismo y descubre que el puente que allí había se ha derrumbado. A nadie se le ocurre ni quedarse allí indefinidamente lamentándose y exigiendo al gobierno que lo reconstruya, ni tampoco intentar atravesar el abismo por donde debería estar el puente y caer al vacío solo porque "no puedo aceptar que el puente no esté aquí". Todo el mundo, tras refunfuñar un rato comprende que debe dar un rodeo y sigue camino.
Esto que es tan obvio referido a esta historia, parece no serlo tanto en la mayoría de las cosas de la vida, ya que las personas sufrimos infinitamente, nos hacemos y hacemos daño, y perdemos tiempo y energía tratando de forzar a la realidad para que sea como nosotros creemos que debería ser, (que es "casualmente" como nos gustaría que fuera). Las personas solemos proceder Igual que en el ejemplo del puente, nos quedamos indefinidamente lamentándonos y exigiendo que se cumpla nuestra voluntad (¡para eso tenemos razón!) e incluso tratamos de pasar por donde no se puede y fracasamos una y otra vez.
Gran parte de la confusión y el dolor que lleva a la gente a la consulta psicológica (¿Cómo me puede pasar esto a mí?... ¿ Porque se comporta así?.etc.) se deriva de acciones muy parecidas al ejemplo ya que la primera fuente de dolor y sufrimiento es nuestra ignorancia sobre el funcionamiento de la realidad y las leyes que la rigen (lo que se denomina “dharma”).
Es imprescindible aceptar la realidad tal cual es, para a continuación elaborar una estrategia inteligente ante ella. En el caso del puente por ejemplo, podemos buscar otro camino o ponernos a trabajar en su reconstrucción, pero sólo después de haber aceptado que ya no está y por supuesto, sin negar este hecho ni precipitarnos al abismo solo porque allí debería estar el puente.
Aceptar la realidad no es negarse a transformarla, (esto es muy importante entenderlo), aceptar la realidad es la única forma de transformarla eficientemente, ya que sino no conoceremos adecuadamente qué es lo que estamos transformando. Además, solo “transformaremos” en el caso que veamos que esta es la mejor opción, cosa que sólo podremos decidir adecuadamente si no reaccionamos visceralmente queriendo transformar antes de comprender.
A aquel que cambió su camino al descubrir el puente caído, le sucedió que a causa de este imprevisto se encontró con personas y le pasaron cosas que fueron muy beneficiosas para él y que no le hubieran pasado si hubiera seguido el camino que tenía previsto. Cosas similares podrían sucederle a aquel que se quedó a reconstruir el puente, y esto es así porque muchas veces la suerte elige éstos imprevistos para enriquecer nuestra vida y nuestras oportunidades.
No nos precipitemos pues a actuar de modo irreflexivo bajo la falsa concepción de que actuar es siempre lo mejor porque de lo contrario podríamos ser unos "pasivos" sino que aceptemos previamente que aquí y ahora las cosas son tal y como son, nos guste más o nos guste menos, debiera o no debiera ser así, sea justo o injusto, etc., y después permitamos a nuestra sabiduría, a nuestro buen juicio y a nuestra intuición el elegir el camino más provechoso, sea este una decidida acción transformadora o sea el camino de la no-acción. De este modo fluiremos armoniosamente con el concierto universal y veremos como todo va encajando. Además, descubriremos asombrados cómo muchas veces lo que parecía malo termina siendo lo mejor, y lo que creíamos que era un inconveniente termina siendo de gran beneficio, pero sobre todo veremos despertar en nosotros la certeza de que esta actitud es infinitamente más madura y acertada que la anterior, e inclusive recordaremos como una pesadilla de ansiedad y confusión épocas anteriores cuando reaccionábamos visceralmente ante todo, aunque por entonces creíamos actuar correctamente y ser personas activas y con “empuje”.

Tao Prajnananda
Cuidado con los pensamientos: se convierten en palabras;



Cuidado con las palabras: se convierten en acciones;


Cuidado con las acciones: se convierten en hábitos;


Cuidado con los hábitos: se convierten en carácter;


Cuidado con el carácter: se convierte destino.






Frank Outlaw
El poder de las palabras...

Una sabia y conocida anécdota árabe dice que en una ocasión, un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar a un Adivino para que interpretase su sueño.



- Qué desgracia Mi Señor! - exclamó el Adivino - Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad.


- Qué insolencia! - gritó el Sultán enfurecido


- Cómo te atreves a decirme semejante cosa? Fuera de aquí!!!


Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.


Más tarde ordenó que le trajesen a otro Adivino y le contó lo que había soñado.


Éste, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:


Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobreviviréis a todos vuestros parientes.


Iluminose el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó le dieran cien monedas de oro.


Cuando éste salía del palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:


-No es posible!, la interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer Adivino. No entiendo por qué al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.


Recuerda bien amigo mío - respondió el segundo Adivino - que todo depende de la forma en el decir....










A lo largo de la historia de la humanidad nuestros líderes y pensadores han utilizado el poder de las palabras para modificar nuestra emocionalidad y enrolarnos en sus causas


Muchos somos conscientes del poderoso papel que juegan las palabras cuando un orador nos conmueve con ellas pero pocos nos damos cuenta la manera como vive en nosotros ese poder permitiéndonos elegir un vocabulario que nos impulse a la acción o nos lleve por el camino de nuestros objetivos






El Coaching tiene una nueva postura frente al Lenguaje. La postura tradicional muestra al Lenguaje como describiendo lo que está afuera mientras que la postura ontológica dice que no sólo describimos lo que hay sino que el lenguaje también tiene la posibilidad de crear realidad.






Por lo menos una vez por día


habría que escuchar una canción,


leer un poema,


mirar una obra de arte y,


pronunciar alguna palabra sensata


Johann W. Von Goethe










Cuando yo digo esto es una silla estoy describiendo algo que está afuera . mientras que si yo digo "esto es una silla cómoda" cómoda aparece a partir de mi decir, es algo que yo creo a partir de lo dicho


¿Para qué el Coaching hace esta diferenciación?


Fundamentalmente para posicionarnos en un lugar de poder donde creamos realidad con lo que decimos.


Las palabras que usamos no solo tienen un profundo efecto sobre nuestra estima sino también para darle sentido a lo que hacemos.


Creemos que las palabras que nos decimos a nosotros mismos por medio de nuestra conversación interna nos pueden programar para ganar o para perder de la misma manera que el vocabulario que empleamos con los demás nos puede asistir a mantener una buena comunicación .


De lo que estamos hablando es de hacernos responsables con la realidad que creamos a partir de lo que decimos.


















"Aquellos que usan a menudo la palabra imposible


tienen muy poca suerte en la vida"


Carlile










No tenemos la misma responsabilidad si decimos " Si, lo haré" a si decimos "trataré" o "haré lo posible". ya que en la primera estamos contestando desde todo nuestro compromiso y en la segunda pareciera que estamos escuchando una voz interna que nos grita NO .


¿Cuántas veces nos encontramos diciendo: es imposible o no hay nada que hacer? ¿acaso no nos damos cuenta de qué manera esas frases nos cierran a nuevas posibilidades? ¿Si dijéramos en lugar de eso : busquemos algunas alternativas que seguro algo encontraremos? ¿podes ver que estás diciendo lo mismo pero con diferente actitud y postura frente a los resultados?


Es muy común que la gente diga tengo que hacer tal cosa... como si alguien la obligara aparte de ella misma¿no te sentirías mejor si dijeras: elijo hacer tal cosa o voy a hacer tal cosa porque me conviene?¿Podes ver que emocionalidad diferente surge desde una y otra postura?


Si no fuera por..... yo podría, yo tendría, yo haría . De esta manera estamos haciendo importante la excusa que nos limita ¿no estaríamos mas cerca del éxito si nos posicionáramos en un pase lo que pase ...podré, tendré o haré.


















"Cuando comiences a comprender el mundo


como una extensión de tus pensamientos y tus sentimientos,


comprenderás que tienes el poder para cambiarlo.


He ahí la clave del verdadero poder.".






Si...pero... y con el pero anulamos todo a lo que antes le dijimos que sí. Necesitamos cambiar el pero por la conjunción " y" ya que esta incluye la frase anterior mientras el pero la excluye.


Observá cómo aparece un sentimiento diferente a partir de la segunda frase


Estoy entrenándome para la maratón pero estoy muy cansada


o Estoy entrenándome para la maratón y estoy muy cansada


En la primera se me escucha desganada y en la segunda motivada


Hay palabras que distorsionan la realidad. Por ejemplo siempre o nunca, todos o ninguna,nadie... Al no mostrar excepciones estas declaraciones no te sirven porque te posicionar en un espacio de que vos sabes cómo son las cosas y este espacio de certeza se transforma en un espacio de control cuando conversamos con otro y en un espacio de desmotivación cuando conversamos con nosotros mismos.






"Nuestro lenguaje forma nuestras vidas


y hechiza nuestro pensamiento"


Albert Einstein